Ronchamp es una pequeña localidad en una esquina de Francia, cerca de Suiza y Alemania. En lo alto de una colina está la capilla de Notre Dame du Haut (Nuestra Señora del Alto).
Las señales para llegar eran pocas y casi se nos pasa el desvío.
Subimos la colina y llegamos a una gran pradera con la capilla en el centro.
Siempre hubo algún tipo de culto allí. En los últimos tiempo había una capilla que quedó arrasada por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial en 1945.
La comisión encargada de la reconstrucción contrató al famoso arquitecto Le Corbusier para ello. Él nunca había hecho un edificio religioso y se encontraba en la cima de su carrera, pero algo le hizo aceptar el encargo y creó una obra muy especial, en nada parecida a otras obras suyas y todo un hito para la arquitectura mundial. La capilla se terminó en 1955.
Es un edificio muy singular, el principal material es el hormigón sin pintar.
En la pradera se puede oír misa al aire libre.
Apenas hay líneas rectas.
Las torres no son campanarios, son capillas.
Las campanas están fuera del edificio, un poco lejos.
Su techo tiene forma de alas.
La puerta de entrada es de colores.
Los huecos de la fachada dejan pasar la luz al interior.
El altar está en la misma pared que el altar del exterior.
La capilla sonríe.
¡Que preciosidad!, me encanta esta capilla. Tiene tantos detalles...
Cuando estás dentro transmite paz y serenidad, apetece quedarse allí un buen rato oyendo el silencio, contemplando la luz que, tamizada, entra por las ventanas. El techo es muy alto y, aunque las formas no son nada convencionales, la sensación es de recogimiento. Apenas hay líneas rectas en el edificio, las torres adosadas son sendas capillas auxiliares con luz cenital natural. Los confesionarios están hechos de hormigón también y adosados a la pared opuesta a la entrada. Todo en esta capilla me impresionó.
Recomiendo vivamente una visita, aunque no se sea arquitecto. Creo que la mayor parte de ellos la ha visitado o desea hacerlo. Pero verlo con ojos de profano que es mejor, porque está hecha para vivirla no para estudiarla.
Para profundizar, se puede visitar el sitio oficial, o visitar esta página que está en español y es interesante. Para arquitectos: aquí.
Se atribuye a Le Corbusier (1887-1965) esta frase:
"El propósito de la arquitectura es deleitarnos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario