Esta fiesta es exuberante, excesiva, colosal.
Este año hubo 384 fallas y además las infantiles y las dos del Ayuntamiento. ¿Cuantas veremos?. Llegamos el día 15 por la mañana y dejamos el coche enfrente de Calatrava, en la última calle de la ciudad y anduvimos al centro.
Nos dio la bienvenida el aroma de azahar de unos naranjos que hay cerca del Museo Fallero. Por 2 euros se puede ver la evolución de las fallas desde 1939 hasta ahora en cada ninot indultat, ya que las figuras van cambiando poco a poco de temática, técnica y materiales y, al cabo de una década, ya se aprecia la diferencia. Es muy interesante.
Seguimos andando hacia la Plaza del Ayuntamiento para ver la mascletá.
La banda sonora de las fallas es el ruido de los petardos de día y de noche. Y la mascletá es el punto culminante.
Llegamos 40 minutos antes y nos quedamos cerca: a mitad de una calle lateral. Había muchísima gente, como era de esperar, pero nos gustó. Dentro del estruendo hay un ritmo que cautiva al terminar en un apoteosis de explosiones.
La banda sonora de las fallas es el ruido de los petardos de día y de noche. Y la mascletá es el punto culminante.
Llegamos 40 minutos antes y nos quedamos cerca: a mitad de una calle lateral. Había muchísima gente, como era de esperar, pero nos gustó. Dentro del estruendo hay un ritmo que cautiva al terminar en un apoteosis de explosiones.
Otro día vimos la mascletá de una falla pequeña a escasos metros de donde la tiraban y fué espectacular. Al estar tan cerca, la impresión es enorme porque el ruido es fortísimo y parece que los cohetes te caen encima. Parece mentira, pero esta mascletá nos gustó mucho más que la del Ayuntamiento.
Mi padre compraba la revista "El turista fallero" cuando venía a fallas y yo he hecho lo mismo. Es de tirada anual, trata de todo lo relacionado con la fiesta y lo hace desde 1942. Aquí vienen los bocetos de los monumentos falleros y sus libretos, y muchísima información y comentarios sobre la fiesta.
Vimos muchas fallas a lo largo de los días que estuvimos en Valencia, y la verdad es que las infantiles son a veces mejores que las grandes porque tienen mucha gracia.
Muy graciosas son las falleritas que van con sus padres a la Ofrenda. Miles de personas recorren las calles para llevarle flores a la Virgen de los Desamparados y cubrir su manto con ellas. Los trajes de las falleras y falleros son muy vistosos, se puede estar horas viéndoles pasar.
Este año la Junta Central Fallera cumplía 75 años; por ello invitaron a todas las Falleras Mayores de Valencia de años anteriores a desfilar como tales, algo insólito y una exhibición de belleza en toda regla.
Como fin de fiesta fuimos a ver la cremà de la falla donde vivimos la mascletá de cerca unos días antes. Estuvimos en primera fila, con los falleros. Tanto, que el calor nos hizo retroceder cuando las llamas envolvían toda la falla. ¡Que pena que se queme!. Cuando todo ha terminado, solo quedan las cenizas... y al día siguiente ni eso.
No sé cuando volveré a las fallas, porque hay que tomarlas en pequeñas dosis. Pero sí puedo decir que este año me han encantado. Si alguien me preguntara sobre si ir o no, le diría que por supuesto que sí a pesar de los petardos constantes y el dolor de pies. Sí, sin duda lo recomiendo.
Dejo unos enlaces para más información.
Y algunas fotos.
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