6
de junio, amanece un día precioso. Los planes para hoy son:
ver la catedral, visitar el museo de la rendición y
conocer una bodega de champán.
Pero lo primero es desayunar: “pan au chocolat” y “café au lait”. Como el hotel está tan céntrico lo tomamos en la Rue Vesle, una avenida muy comercial llena de restaurantes y bares. Al lado está la catedral, a 300 metros.
Pero lo primero es desayunar: “pan au chocolat” y “café au lait”. Como el hotel está tan céntrico lo tomamos en la Rue Vesle, una avenida muy comercial llena de restaurantes y bares. Al lado está la catedral, a 300 metros.
Al fondo de la Rue Libergier aparece la catedral de Notre Dame de
Reims. Se construyó en el siglo XIII, después de las de París y Chartes.
Se comenzó en 1211 aunque el grueso de las obras estaba terminado
en 1275 lo que le da la unidad
de estilo.
Es uno de los edificios góticos de mayor importancia en Francia.
Esta catedral era el lugar de
consagración de los reyes
de Francia en el Antiguo Régimen y la última coronación fue en
1825.
Tanta es su importancia que, durante la primera
guerra mundial
fue bombardeada
por los alemanes, que veían en ella un símbolo
nacional
de Francia.
Se la calificó de “mártir”. La restauración comenzó en 1919 y se volvió a abrir la catedral en
1938. Los trabajos continúan desde entonces.
Conserva vidrieras que van desde el siglo XIII al XX; Marc Chagall diseñó la vidriera instalada en 1974 en el eje del ábside.
Me
encantó la catedral y los alrededores. La ciudad se destruyó en un
80% durante la primera guerra mundial y el Reims nuevo tiene
por tanto una cara Art Decó, que resulta muy vistosa y
agradable para pasear. Así que paseando nos acercamos al siguiente
objetivo, que está un poco lejos del centro: el museo de la rendición.
Por
si no fué suficiente con la primera, Reims también se vió afectada
por la segunda guerra mundial. El comandante supremo de las
fuerzas aliadas, el General Eisenhower, instaló su cuartel general
en el Colegio Moderno y Técnico de Reims. En la sala de operaciones
del Gran Estado Mayor de los Cuerpos Expedicionarios aliados en
Europa, se firmó la capitulación incondicional de los ejércitos
alemanes del tercer Reich el 7 de mayo de 1945.
El museo de la rendición (12, rue Franklin Roosevelt) está situado en este colegio que se ha declarado monumento histórico. Se mantiene en su estado original con los mapas de operaciones, documentos, objetos y maquetas que muestran el papel de Reims en la guerra desde la ocupación a la liberación pasando por la resistencia.
Los mapas de las salas cubren todas las paredes y tienen anotaciones sobre dónde estaba cada quién en cada momento. Es como estar en una película americana de la segunda guerra mundial.
Y algunas vitrinas no tienen desperdicio.
El museo de la rendición (12, rue Franklin Roosevelt) está situado en este colegio que se ha declarado monumento histórico. Se mantiene en su estado original con los mapas de operaciones, documentos, objetos y maquetas que muestran el papel de Reims en la guerra desde la ocupación a la liberación pasando por la resistencia.
Los mapas de las salas cubren todas las paredes y tienen anotaciones sobre dónde estaba cada quién en cada momento. Es como estar en una película americana de la segunda guerra mundial.
Y algunas vitrinas no tienen desperdicio.
Reims
la fundaron los galos y en tiempos de los romanos se convirtió en
gran ciudad. Actualmente es una ciudad universitaria de casi 190.000
habitantes y es el centro de la fabricación de champán
en Francia. Hay varias cavas en la ciudad pero hay que reservar para
poder visitarlas. Por suerte en la bodega Taittinger (9, Place Saint
Nicaise) no hacía falta reservar.
Desde las 9h30 hasta las 17h30 hay una visita
cada 10 minutos en francés o inglés alternativamente, de modo que
si el idioma no te viene bien con esperar un poco tienes la visita en la
otra lengua.
La visita dura como una
hora. Se baja a la
cueva a 18 m bajo tierra , enorme, llena de pasillos y botellas por
todos lados. La guía hace un pequeño recorrido histórico de la
bodega y del champán en general donde cuenta que la doble
fermentación de la uva da un característico vino espumoso, que la
botella es de vidrio grueso y tiene el culo en forma de cono para
soportar la presión del gas durante la elaboración y que ha de
beberse en copa de flauta y muy frío.
También que fabrican botellas
desde ½ litro (Benjamín) a 15 litros (Nabucodonosor).
Al
terminar la visita nos invitan a una copa de champán en una sala
preciosa, donde también puedes comprar o encargar las botellas que
desees. Aunque dónde hay que tomar el champán es en los bares y
restaurantes de Reims, aunque con precaución, sobre todo por el
precio. Volvemos al hotel paseando y viendo la ciudad.
Un
poco de descanso y salimos a cenar. Hay mucha vida estudiantil. El
restaurante de la cena fue un fiasco porque tardaron muchísimo en
atendernos. Es el "Côté Cuisine" En el 49, Boulevar Foch.
Ha sido un día largo y mañana nos marchamos para dormir en Estrasburgo y queremos parar en Verdún. Lo contaré en la próxima entrada.
Ha sido un día largo y mañana nos marchamos para dormir en Estrasburgo y queremos parar en Verdún. Lo contaré en la próxima entrada.
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