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Anfiteatro romano de El Jem |
Los romanos ocuparon Túnez entre el año 142 a.c. y el 436 d.c.
Este anfiteatro es el mayor de África y cuarto del mundo. Está muy bien conservado, pero no está intacto, tiene una brecha en sus muros que data de 1695. Se hizo para acabar con unos rebeldes que se hicieron fuertes en el edificio.
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La brecha |
Tras una restauración hecha entre 1974 y 1980, el anfiteatro se puede visitar diariamente desde la salida del sol al crepúsculo. No solo lo visitan los turistas, también lo hacen los colegios del país. Vimos niños con sus profesores recorriéndolo. Lo mejor de este anfiteatro es que se puede estar en la arena y patearlo entero.
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La arena |
Tres hileras de arcadas podían acoger a 30.000 espectadores sentados. Los juegos celebrados aquí eran famosos y acudían multitudes de toda África romana.
Al anfiteatro se entraba por las galerías abovedadas y las empinadas escaleras del interior llegaban hasta arriba del todo.
De las mazmorras subterráneas salían, para luchar o morir, los gladiadores y mártires cristianos, encarcelados durante días junto a los leones.
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Bajo el foso |
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Una mazmorra |
El anfiteatro mide 148 metros de longitud, 123 metros de ancho y 36 de alto. Una gran presión para los que estaban en la arena...
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Los asientos que se usan actualmente y la ciudad al fondo |
Desde 1985 El Jem acoge el Festival Internacional de Música Sinfónica. Durante los meses de julio y agosto, la música clásica suena por las noches en este increíble lugar. Vienen orquestas sinfónicas de renombre y se interpretan piezas de grandes autores.
Fantástico, bello, impresionante. Pero no es la única ruina romana de Túnez ni mucho menos, en la próxima entrada iremos a ver las termas de Antonino en Cartago.
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