08 julio, 2014

Cosas que no me esperaba en Chicago


Los americanos adoran la barbacoa. Todo el mundo tiene una. Si no tienen jardín, no importa, también se puede hacer en el balcón


Fuimos a un partido de béisbol en el Cellular Field, el campo de los White Sox. 


El partido empezaba a las 7h10 y terminó cerca de las 10. Al parecer todos los partidos empiezan a la misma hora y pueden durar entre 3 o 4 horas.
Llegamos en el metro sobre las 7 y mucha gente llegó cuando nosotros y no hubo ni apretones ni prisas ni nada. Entramos tranquilamente. Encima tuvimos la buenísima suerte de que una pareja nos diera un par de entradas gratis. Fueron muy amables; esta es otra cosa que no esperaba: la amabilidad con que nos trató todo el mundo.



Hubo quien llegó antes y preparó barbacoas en el aparcamiento, para ir ambientándose. Al parecer es de lo más normal.


No me esperaba que un partido de béisbol fuera tan aburrido. Pero el ambiente es genial, van las familias completas; desde la mamá reciente con su bebé hasta los abuelos o un grupo de amigas que aprovechan para ponerse al día. Pasan la tarde allí porque el partido dura mucho tiempo. Comen, charlan, siguen el juego, cantan y salen en la pantalla gigante haciendo tonterías.  


Hay muchísimos puestos de comida: perritos, hamburguesas, pizzas, y hasta churros en el corredor detrás de las gradas. Están abiertos todo el tiempo que dura el partido. Y si alguien tiene calor también puede darse una ducha.






Ganaron los locales y lanzaron fuegos artificiales para celebrarlo.

Tampoco me esperaba unos estudios de televisión en la calle





Dos cadenas la CBS y ABC hacen sus informativos locales en estudios a pie de calle, de modo que los transeúntes ven cómo se hace y saludan a los presentadores (que devuelven el saludo). Un cristal sustituye a la pared tras las cámaras y al final del informativo una de ellas enfoca a los mirones que saludan. Por supuesto nosotros también salimos en la tele americana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario